2006-08-31

NUEVE DE CADA DIEZ ENCUESTADOS ESTÁ A FAVOR DEL DIVORCIO Y LA MITAD APOYA EL ABORTO Y LA PENA DE MUERTE

31.08.2006 | Clarin.com | Sociedad

TENDENCIAS

ENCUESTA POLEMICA


El aborto, la pena de muerte y el divorcio dividen al creyente porteño

Una amplia mayoría profesa la fe en un Dios único. Muchos respaldan el aborto y la pena de muerte. El divorcio parece haber quedado ya fuera de discusión. La generación menos creyente es la de los 30 años.

La adhesión a una fe religiosa y la asunción de ciertas posiciones filosóficas o morales respecto al derecho a la vida no siempre van de la mano. Al menos, en Buenos Aires. Así lo revela una polémica encuesta privada, según la cual nueve de cada diez encuestados está a favor del divorcio y la mitad apoya el aborto y la pena de muerte, posiciones contrarias a los mandatos religiosos de algunos ritos que se profesan en el país.

Las reacciones de la Iglesia Católica, que representa a la mayoría de los fieles del país, no se hicieron esperar. El sacerdote jesuita Ignacio Pérez del Viso dijo ayer: "Es difícil evaluar estos resultados sin tener mayores precisiones. Que haya tantos partidarios de la pena de muerte es desalentador, pero habría que ver si se refieren a algún caso raro, como el rapto de menores seguido de muerte, o a muchos. Si se trata de pocos casos, no es para alarmarse tanto, aunque discrepemos. Lo mismo podríamos decir del aborto. No lo aprobamos en ningún caso, pero no es lo mismo decir que es propuesto para cualquier circunstancia o en algún raro caso. En cuanto al divorcio, el ideal es casarse para siempre, pero la realidad nos recuerda la debilidad humana."

El estudio, titulado "La fe y los valores del imaginario porteño", fue realizado por la Universidad Abierta Interamericana, que recogió la opinión de 603 personas mayores de 18 años residentes en Capital. Lo primero que confirma es el auge que tiene la religiosidad entre los porteños: casi el 80% se confesó creyente.

Otros datos interesantes surgen cuando las respuestas se desagregan por edad. La generación menos creyente, según la encuesta, es la de los treintañeros, entre quienes el porcentaje de los que creen en Dios cae al 65%. A la inversa, la fe aumenta cuando la edad avanza.

"Se podría inferir que la proximidad de la muerte aumenta la necesidad del sujeto de pensarse trascendente. Pero esta hipótesis se cancela cuando vemos la frecuencia de adhesión a la fe entre los menores de 29: o aún no les llegó el momento del desencanto o la crisis de valores de los últimos años está llegando a su fin de la mano de una generación que retoma los valores de sus abuelos", dice el licenciado Raúl Aragón, al frente de la investigación y del Programa de Estudios de Opinión Pública de la UAI.

Pero los resultados más polémicos se vinculan a un tema que los sociólogos vienen planteando desde hace tiempo: el acelerado proceso de secularización que se evidencia en la sociedad. Al indagar sobre la vigencia de posiciones o convicciones que, según recita el imaginario popular, estarían reñidas con cualquier adhesión religiosa, encontraron que el 87% de los encuestados está de acuerdo con el divorcio; que el 63% está a favor del aborto; que también está de acuerdo con el aborto el 55% de los creyentes; y que el 51% de todos los encuestados respalda la pena de muerte.

Una proyección de esas cifras revela que el 68% de los creyentes está a favor del divorcio y que el 40% de ellos avala la aplicación de la pena de muerte.

Las razones que habilitan la convivencia entre ser creyente y desoír ciertas normas son una incógnita. "La fe sigue vigente, pero las interpretaciones que hacen las instituciones religiosas respecto a lo que es vivir la fe y practicar un rito están alejadas de las condiciones de vida de los porteños, no tienen que ver con su realidad y eso genera una ruptura", sostiene Aragón.

El sociólogo Fortunato Mallimacci habla de un marcado proceso de desinstitucionalización y apropiación personal de la fe. "La mayor secularización no supone una descomposición de lo religioso sino una reestructuración de lo que significa creer: hoy, creer no es pertenecer.

El antropólogo Alejandro Frigerio, investigador del Conicet, asegura: "La gente cree y, sin embargo, hace décadas que no adhiere a la ortodoxia religiosa. Lo que probablemente había antes era un conformismo tácito: si alguien no estaba de acuerdo con ciertas normas no lo manifestaba porque quedaba mal ir en contra de algunas posiciones. Eso cambió con el retorno democrático, cuando todos empezamos a expresar diferencias con menos temor a ser juzgados".

El relevamiento se hizo entre el 21 y el 25 de agosto, una semana en la que aborto e inseguridad ocuparon la agenda pública. Para Frigerio, estos llamativos porcentajes, "se dan en un contexto en que hubo un fuerte debate en torno al aborto de chicas discapacitadas mentales que habían sido violadas y en el marco de una ola de inseguridad, real o mediática", dice.
La gente cree más de lo que pertenece porque se ha roto la ligazón entre adhesión y participación".

http://www.clarin.com/diario/2006/08/31/sociedad/s-02801.htm

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